El Futuro de la Movilidad: Cómo IoT, 5G y Edge Computing Transforman los Vehículos Eléctricos Autónomos
- Juan Carlos Pérez Terán
- 11 jul
- 4 Min. de lectura
Por: Juan Carlos Pérez Terán 11/07/25
La revolución de la movilidad no solo se trata de electrificar los vehículos, sino de hacerlos inteligentes, conectados y autónomos. En este contexto, tres tecnologías emergentes están convergiendo para redefinir el transporte: Internet de las Cosas (IoT), redes 5G y Edge Computing. Juntas, están dando forma a una nueva generación de vehículos eléctricos autónomos (VEA) capaces de tomar decisiones en tiempo real, comunicarse con su entorno y ofrecer experiencias personalizadas.
IoT: El sistema nervioso del vehículo
El Internet de las Cosas convierte a los vehículos en plataformas inteligentes repletas de sensores que monitorean:
Condiciones del entorno: cámaras, radares y LIDAR detectan peatones, otros vehículos y obstáculos.
Estado del vehículo: sensores de batería, temperatura, presión de llantas y más.
Interacción con la infraestructura: comunicación con semáforos, estaciones de carga y señales inteligentes.
Ejemplo actual: Tesla Autopilot
Tesla equipa sus vehículos con una red de sensores IoT que incluye cámaras de alta resolución, radares y sensores ultrasónicos. Estos dispositivos permiten al vehículo detectar objetos en 360°, medir distancias, identificar señales de tránsito y anticipar movimientos de peatones o ciclistas. Los datos se envían a la nube para alimentar un sistema de aprendizaje federado, mejorando continuamente el software sin comprometer la privacidad individual.
Ejemplo futuro: Interacción con infraestructura urbana inteligente
Los vehículos podrán comunicarse directamente con semáforos, pasos peatonales y sensores de tráfico. Esto permitirá ajustar la velocidad, cambiar rutas en tiempo real y mejorar la eficiencia energética, especialmente en ciudades inteligentes donde la infraestructura también estará conectada.
5G: La autopista de datos:
La conectividad 5G es el habilitador clave para la comunicación V2X (Vehicle-to-Everything), que incluye:
V2V (Vehicle-to-Vehicle): los autos comparten información sobre velocidad, dirección y peligros.
V2I (Vehicle-to-Infrastructure): interacción con semáforos, sensores de tráfico y estaciones de carga.
V2C (Vehicle-to-Cloud): acceso a mapas, actualizaciones OTA y servicios en la nube.
Ejemplo actual: BMW + Ericsson
BMW ha colaborado con Ericsson para probar redes 5G en entornos controlados. En estas pruebas, los vehículos reciben información de semáforos inteligentes y ajustan su velocidad automáticamente para evitar frenadas bruscas. La baja latencia de 5G permite que estas decisiones se tomen casi instantáneamente, mejorando la seguridad y reduciendo el consumo energético.
Ejemplo futuro: Redes 6G y experiencias inmersivas
Con la llegada de 6G, se espera que los vehículos ofrezcan realidad aumentada para navegación, hologramas interactivos para entretenimiento o trabajo, y comunicación multisensorial entre vehículos y usuarios. Esto transformará el vehículo en un espacio de productividad y ocio completamente conectado.
Edge Computing: Inteligencia al borde
El Edge Computing lleva el procesamiento de datos al borde de la red, es decir, dentro del vehículo o en nodos cercanos, en lugar de depender exclusivamente de la nube. Esto ofrece:
Decisiones instantáneas
Privacidad mejorada
Reducción de carga en la red
Ejemplo actual: NVIDIA Drive AGX Pegasus
Esta plataforma permite a los vehículos autónomos procesar hasta 320 billones de operaciones por segundo. Analiza datos de sensores en tiempo real para tomar decisiones autónomas sin depender de la nube, lo cual es crucial para maniobras críticas como frenar ante un peatón o esquivar un obstáculo inesperado.
Ejemplo futuro: Redes de borde colaborativas
Los vehículos podrán compartir capacidad de procesamiento entre sí. Por ejemplo, en un embotellamiento, los autos colaborarán para calcular rutas alternativas. En una emergencia, los vehículos cercanos procesarán datos en conjunto para coordinar una evacuación segura. Esto permitirá una inteligencia colectiva distribuida en tiempo real.

Servicios por suscripción: El auto como plataforma digital
Gracias a la conectividad y al software definido por el vehículo, los fabricantes están adoptando modelos de servicios por suscripción, que permiten a los usuarios activar funciones bajo demanda.
Asistentes de conducción avanzados (ADAS)
Actual: Tesla Full Self-Driving (FSD)
Tesla ofrece su sistema FSD como una suscripción mensual (~\$199 USD), que incluye navegación autónoma en autopistas, cambio automático de carril, estacionamiento autónomo y reconocimiento de señales y semáforos.
Futuro: Modo autónomo por zonas
Los fabricantes ofrecerán suscripciones más flexibles, como conducción autónoma solo en autopistas o zonas urbanas, activación temporal para viajes largos o vacaciones, y pago por uso en lugar de mensualidad fija.
Entretenimiento premium
Actual: BMW Connected
DriveBMW ofrece suscripciones para Apple CarPlay, Spotify Premium y Amazon Alexa, integradas directamente en el sistema del vehículo.
Futuro: Cabinas inmersivas
Los pasajeros podrán acceder a realidad virtual, videojuegos en la nube o cine 360° durante viajes largos, activados por suscripción.
Gestión energética inteligente
Actual: Lucid Motors
Lucid ofrece planificación de rutas optimizadas según el estado de carga, clima y disponibilidad de estaciones de carga rápida.
Futuro: Carga dinámica por suscripción
Acceso prioritario a cargadores rápidos o carga inalámbrica en movimiento en autopistas inteligentes, mediante suscripción.
Seguridad y monitoreo remoto
Actual: Volvo On Call
Permite rastreo del vehículo, bloqueo remoto, alertas de seguridad y asistencia en carretera mediante pago mensual.
Futuro: Drones de seguridad personales
Vehículos equipados con drones que se despliegan para vigilar el entorno en zonas de riesgo o para encontrar estacionamiento.
Imagina un vehículo eléctrico autónomo que:
Detecta un ciclista cruzando inesperadamente (IoT).
Se comunica con otros autos para reducir la velocidad (5G).
Procesa la situación localmente y frena en milisegundos (Edge).
Informa a la nube para actualizar mapas y patrones de tráfico (V2C).
Activa automáticamente el modo de conducción urbana por suscripción durante el trayecto.
Todo esto ocurre sin intervención humana, en segundos.
A modo de conclusión, podemos decir que la integración de IoT, 5G, Edge Computing y servicios por suscripción está redefiniendo lo que significa conducir (o no conducir) un vehículo. El futuro de la movilidad será eléctrico, autónomo, conectado, personalizado… y éticamente consciente.
Y es que, conforme los vehículos ganan autonomía, también enfrentan decisiones complejas: ¿cómo deben actuar ante situaciones donde cualquier elección puede causar daño? Este tipo de dilemas éticos —como el clásico “dilema del tranvía”— plantean preguntas profundas sobre responsabilidad, valores y programación moral.
Aunque estas tecnologías no eliminan el dilema, sí lo abordan desde distintos ángulos:
IoT mejora la anticipación de riesgos.
5G permite decisiones colaborativas en tiempo real.
Edge Computing ejecuta respuestas éticas instantáneas.
Servicios por suscripción podrían ofrecer configuraciones éticas personalizadas.
Por su complejidad y relevancia, este tema será explorado a fondo en una próxima entrada dedicada exclusivamente a los dilemas éticos en la inteligencia vehicular.
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